Escogerlo sin duda no es gran trabajo, a la preferencia de muchos seguro frito, aunque el proceso puede resultar algo peligroso, sin duda la degustación resulta fascinante.
A desempolvar la sartén y dejamos que las llamas de la hornilla la calienten, echar el aceite resulta algo tedioso si no se puede calcular cuánto tiene que tener.
Finalmente con el aceite caliente y las hornillas vivas se toma el huevo y con una hazaña malabárica se rompe el cascarón permitiendo que su interior vaya a parar a la sartén, como prefieras a la inglesa o bien cocido, con sal al gusto sin exagerar, disfrutas del huevo frito con o sin compañía.
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