Jean-Baptiste niño pobre de la sociedad francesa del pasado, a s
us cortos 9 años, huérfano en un orfanato pero con un increíble sentido del olfato, agua, piedras, madera recién cortado, las habilidades de Jean-Baptiste eran sorprendentes.
Vistiendo solo harapos, con el rostro largo, sucio y duro que reflejaba quizás sus intenciones futuras con el cabello corto y negro, trinchudo a de ser por la falta de agua y duchas aplazadas, los ojos y su mirada profunda y esa respingada nariz que sin duda en compañía de sus negras intenciones marcaron su vida y la vida de muchos otras jóvenes en el camino.
us cortos 9 años, huérfano en un orfanato pero con un increíble sentido del olfato, agua, piedras, madera recién cortado, las habilidades de Jean-Baptiste eran sorprendentes.Vistiendo solo harapos, con el rostro largo, sucio y duro que reflejaba quizás sus intenciones futuras con el cabello corto y negro, trinchudo a de ser por la falta de agua y duchas aplazadas, los ojos y su mirada profunda y esa respingada nariz que sin duda en compañía de sus negras intenciones marcaron su vida y la vida de muchos otras jóvenes en el camino.
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